viernes, 19 de noviembre de 2010

Nikola Tesla y su idea para joder a la Empresa Electrica


Nikola Tesla fue un vislumbrante genio que soño toda su vida( o la vida lo soño a él) con la construcción de un sistema de distribución eléctrico inalámbrico el cual, gracias al empleo de altas torres y profundas excavaciones, obtuviera energía valiéndose la creación de poderosas alteraciones en el campo eléctrico natural de la Tierra. Dado a que Tesla fue un experto, y gran aportador, al campo del electromagnetismo, la mencionada idea  no era ningún problema en llevar a cabo para el. El problema radicaba en la falta de capital para la construcción del invento.  Pero decidido a llevarlo a cabo, acudió al mítico banquero y oportunista J.P. Morgan. Este emocionado por la idea de Tesla aporto la primera parte del capital para iniciar la construcción de la Torre.

 Sin embargo, todas las desgracias de Tesla inician al haber aceptado la ayuda del ambicioso Morgan. El objetivo real del invento de Tesla era este: La energía ganada casi gratuitamente debería ser  posteriormente  “retransmitida” libremente hacia todo el mundo a través de enormes torres inalámbricas ubicadas estratégicamente, logrando así que todos contaran con electricidad sin pagar ningún centavo.
Morgan al enterarse de que Tesla buscaba regalar energía eléctrica a toda la humanidad, decidió retirar los fondos que había proporcionado, y aun no satisfecho, decidió realizar una furiosa campaña de desprestigio en contra de Tesla .
Las consecuencias para Tesla fueron enormes: fue tachado de cientifico loco, de ideas estúpidas e imposibles de llevar a cabo,  ademas de  la perdida de todos los inversionistas para sus futuros proyectos. La torre que ya había sido edificada en gran parte fue saboteada por espias e investigada constantemente por el FBI. Incluso, Tesla perdió definitivamente la propiedad del terreno a manos del financista George Boldt en 1915 y en 1917, en plena Guerra Mundial, este cedió al pedido del gobierno de New York de demoler gran parte de la estructura por temor a que sirviera de “faro” a los submarinos alemanes.

Y así termino el invento de Tesla, que nos hubiera librado para siempre de la tormentosa factura de la luz, de las detestables colas para pagarla, de la mala calidad del servicio, y en fin de toda lo que nos toca aguantar para poder tener nuestros focos y aparatos encendidos. Y lo raro es que nadie haya retomado la idea de Tesla en nuestros días , pero deplano se debe a  que los desgraciados tipo J.P Morgan viven saboteando todo lo que pudiera traer a bajo sus cuentas bancarias, y elevar las nuestras.

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