viernes, 19 de noviembre de 2010

Cadejos

Algunas ideas tomo,

algunos muchos pensamientos llevo,

los manejo mientras en la otra mano

llevo un florero.

Y ahora la llama,

levantándose,

insultándome con su calor

y yo con unos deseos de copular,

con esas ansias de conquistar el coño

que jamás se ha concebido con ellas.

Mi guía tenía razón...

hoy pude caminar

entre perros bravos,

perros madrugadores

como yo,

que no tienen

esquirlas negativas

en el alma

como yo.

Los perros se fueron conmigo,

me acompañaron.

¿De qué otra forma podría

explicar al cadejo?

Yo no estaba ebrio,

sí en otro estado de conciencia,

rodeado de impurezas.

Noctámbulo soy,

así tengo pilas

y píldoras

y algunos muchos pensamientos.

Gracias negros y blancos perros

por la protección,

puedo seguir contando

las historias raras.

Amor a Nadie

El teclado rojo

y las partituras

sobre la cama,

la colcha despeinada

y la verdad sacrificada.

El gallo deforma su canto

sobre la frialdad

de la madrugada,

el sol,

los borrachos,

las lavanderas,

los autos,

la gripe,

la tos,

todo se enfría.

¿Quién me salva

en esta epifanía?

Plantación de incertidumbre

aún no cosechada.

El código de barras

en la frente,

la masturbación prolongada,

notas que jamás fueron pensadas.

El cielo pavoroso

y las lagrimas derramadas

sobre la almohada.

Letrista drogado,

desesperado,

los sentimientos andan mal,

están graves.

Se le jura amor

a nadie.

Mares 3

Los capítulos más largos

los dejo

sobre la espalda

del pez espada,

los escondo

del pez martillo.

Víbora escupiendo

cascabillos

¿hasta cuando terminará

mi exilio?

Úntame crema,

huméctame

para que el sol

y sus celos

no me devoren

la piel,

arrancándomela

por pedazos,

el mar se deshace

en tus labios...

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