domingo, 24 de julio de 2011



NAFTALINA

Desde está posición,

con cierta relatividad,

en busca de algo para cuidar,

ya no hay nada

que pueda resultar siendo brutal.

Existe un grabado

que se divide

en tres espacios visibles,

la mujer oscura,

poco interpretable

que se alimenta de su vicio

que es fumar

y fumar cigarrillos;

herramientas metálicas

teñidas de blanco

y la niña tenebrosa que señala

con toda la verdad.

No hay forma

de cambiar de canal,

pero los intelectuales

se entretendrán

volando un barrilete gigante

hecho de poesía.

La naftalina es insuficiente,

aunque es preciso afirmar

que la desgracia

no es abundante,

lo que pasa es que la pantalla

está proyectando cosas provechosas

y desfavorables.

Se aprecia la intriga,

las diferencias siempre están,

las normas y la nostalgia

no deben desaparecer,

si es que se mantiene

la fragilidad.

PLUSCUAMPERFECTO

Me verás

entre el humo

y te moverás

para impedirme estrecharte.

Me enfriarás

y jamás volverás,

entonces

ya no te podré acariciar.

Desaparecerás entre otras damas

y sufriré el pesaroso castigo

de que me ignores.

Ni siquiera asistirás

al entierro

de lo que nuestro amor fue,

¡No puedo con tu ingratitud!

Más aún quiero que sepas

que lo adornaré

con abundantes rosas.

La pérdida

(de lo que para mi fuiste)

me deja aquel vacío

que me hace gritar

sin cesar

implorando que no regreses

nunca más,

pues no comprendes

la magnitud

de la herida

que provocaste.

Ahora he de colgar.

ESTE CHARCO

Hay corrientes

tan disparejas

moviéndose entre este pacto

al que los que flotando están

rinden tributo.

Los fantasmas

apagan un extremo,

luego lo encienden

y apagan el otro,

entonces la danza

se va volviendo más imperfecta.

Es ahora cuando la orquesta

desencadena la furia

de su conturbado descontrol.

La modorra es densísima

y aterradora,

porque las pesadillas aparecen

para castigar al alma

y sus concepciones fundamentadas

de algún extraño modo.

Cánticos de extraña procedencia

tratan de dar vida

a lo espiritual,

y aterrizan sobre el terreno raso

que proporciona el cerebro.

Alguien habla entre la humedad,

el principio se ha quedado muy atrás

y las cosas pasan

con mucha lentitud

a través de las puertas

de colores.

1 comentario:

  1. me recuerdo de la naftalina, no fue suficiente tampoco, estaba junto a la comida empacada al vacío, para qué? no sé

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