lunes, 16 de febrero de 2009

Realidades y Ficciones

Por: Luis Alberto Palacios R.

El último recuento de esta cuenta del tiempo retrata ante mis ojos múltiples imágenes, múltiples los acontecimientos. Me siento todos los días a leer los diarios online y me quedo estupefacto y anonadado, el corazón se me acelera, se me sube la presión y un nudo me envuelve el cuello casi ahorcándome al darme cuenta de cómo se le abrió el chorro con toda la presión a la violencia en este país; está desenfundada, incontrolable, cual si una inmensa capa de mala vibra nos hubiera cubierto, el mal anda suelto, armado, y el machete ya no se está en su vaina. Los 3 organismos están podridos. Y bajo las fatídicas noticias me invade el morbo de leer los comentarios de los lectores que entre estúpidos y sin fundamento y con abundantes groserías, faltas de ortografía y otros sin capacidad de redacción, muchos coinciden en una rara especie de repugnancia hacia la patria. Y yo no puedo juzgarlos, porque estoy contrariado con esta nación que tiene exuberantes bellezas pero también abominables horripilancias. Aquí la vida no se respeta porque las “autoridades” son incapaces de garantizarnos ese derecho. Yo me siento inseguro y siento que mis seres queridos también lo están. Mi ser vive en una constante paranoia. Nunca me imaginé que sobre mi cabeza posara el pensamiento de no querer vivir más aquí, de irme a buscar otro lugar más tranquilo para realmente poder ¡Vivir! Me hubiera servido mucho el Kundalingi Yoga, seguramente así me hubiera relajado un poco pero la plata…
Este ya no es un lugar en el que podamos vivir los que nos consideramos pacíficos, está infectado el país completo. Desgraciadamente hasta el Departamento de Sololá con todo y su majestuoso lago se ha visto empañado por la organización criminal, la inseguridad y la violencia. Aquí la gente aturdida, confundida e ignara combate violencia con más violencia, tal es el caso de los terribles linchamientos. En las páginas de Internet de algunos países ya no aparece como Guatemala, sino como Guate es mala advirtiendo a los viajeros a descartar este destino turístico. Desafortunadamente este país se ha convertido en una sucursal del mismísimo averno. Nos engañaron bay bay bom, nos engañaron con la primavera…
Y sí, estos apuntes parecen sacados de un libro de ficción, de una historia quimérica, pero no son más que realidades, crueles y duras realidades. No me cabe duda ya de que la realidad supera la fantasía. Perdone usted por el pesimismo, pero la paloma blanca aún no vuela, entre tanta violencia le dispararon y le cortaron las alas. PAZ Y FIN.

lualpal@yahoo.com

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