jueves, 19 de febrero de 2009

Identidad ¿Vacía?


Desde muy chico y de familia Rockera y con un criterio musical muy amplio me formé escuchando mucha música desde el vientre de mi madre y por mis tíos Rockeros ya escuchaba yo a The Beatles, Led Zeppelin, The Who, Doors, Iron Butterfly, todo lo Woodstock y más. Empecé a formarme en un ambiente musical un poco más selecto, es decir, algo que va más allá de encender la radio y escuchar lo que sea. Obviamente como buenos padres los míos, al nacer y en mis primeros añitos me dieron a escuchar a Los Pitufos, Topo Gigio, Cepillín y cuanta cosa que sonara para chiquitos, al ir creciendo recuerdo que tuve mis primeros contactos con los vyniles y según me cuentan mis padres no fue de la mejor forma, ya que se los rayé en su mayoría y los aventaba cuales platillos voladores. De los 5 a los 10 años puedo nombrarlos mi temporada perdida, en la que junto con mis primos con los que somos contemporáneos escuchábamos cualquier cosa en inglés o en español. Entre los 11 y los 15 años empecé a tener una extraña fascinación por el Rock pesado pero realmente muy pesado, me atraía mucho que la música fuera estridente y ruidosa, llena de gritos agudos y entonces escuchaba Cannibal Corpse, Sepultura, Brujería, Carcass, y otras bandas que ya no escucho ahora. No sé todavía porque siendo tan jovencito escuchaba esa clase de música, era algo que me tomaba en serio, empezaba ya a conseguir mis primeros casetes y a vestir playeras negras. Luego a los quince años me involucré de lleno en el movimiento Rockero Alternativo nacional de casi mediados a finales de los 90’s en el que los escuchaba a todos y del que hasta formé parte con mi efímera banda La Tatuana y viviendo con furor todo el buen grunge que lideró Nirvana, Pearl Jam, Smashing Pumpkins. Post esa época tuve mi intromisión con el Prog Rock, Pink Floyd, Yes, Camel, Frank Zappa, Jethro Tul. y eso también me sirvió para consolidarme con el Jazz, Blues, Folk, Reggae, Electrónico, la música de Cámara y todo aquello que sonara bien para mis exigentes oídos. Ahora estoy escuchando mucho Reggae y me fui de espaldas cuando al conocer a una señorita preciosa que me dice entonces te gusta Daddy Yanqui y Don Omar y otros esperpentos y le tuve que explicar que el Reggae no era lo mismo que el Reguetón que Bob Marley y Manu Chao para darle ejemplos conocidos y estandartes, eran incomparables con esos dos pseudo-Gangsters sin talento y creatividad, me hizo reflexionar y darme cuenta de que esta nueva generación de juventud va creciendo con un rumbo musical que no le ofrece nada más que una identidad vacía.

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